domingo, 10 de julio de 2016

Al pensar DIOS mío hoy, en todas las cosas que me has dado mi corazón se turba de emoción, pues no encuentro las palabras para expresarte el agradecimiento que tengo así ti










ESTA VEZ SE ME RESPETARÁ, A MÍ Y A MI CORAZÓN.
Así será, pues cuidaré mi corazón, después de todo, a la hora de la verdad eso es algo que nadie más lo podría hacer por mí. Protegeré mi corazón de los sufrimientos que producen las malas relaciones. Ya no quiero sufrir más, estoy cansada de llorar.

Hoy quiero olvidar todo lo que me hace mal.
Si alguien me daña no querré estar más tiempo con esa persona, la dejaré atrás.


No es fácil tomar tales determinaciones así, especialmente cuando aún estás amando a la persona, pero ahora reuniré fuerzas para lograrlo, mirarme al espejo y convencerme de que a partir de ahora soy yo quien decide lo que pasa en mi interior. Soy yo quien resolverá mi propia vida, quien sanará mi corazón herido.     — Ahora sólo decido yo.

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