Los buenos padres no le enseñan a sus hijos a superar siempre a los demás
Les ayudan a entender que tienen que superarse a ellos mismos.
Los padres no son eternos
Llámalos, visítalos
Llévales a sus nietos invítales a cenar
Ríe con ellos.
Y si es necesario déjalos hablar
Y escúchalos con amor y paciencia
Mañana puede ser tarde.
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